Esta era una de las principales promesas del Brexit: el divorcio de la Unión Europea permitiría «recuperar el control» sobre la inmigración al Reino Unido, aseguraron los partidarios de «Leave», durante la campaña del referéndum de 2016. Y, sin embargo, siete años después, la migración neta -la diferencia entre inmigración y emigración durante los doce meses del año-, un doble doble . Si bien se situó en 335 000 en 2016, alcanzó el nivel histórico de 606 000 en 2022, con 118 000 llegadas netas más que en 2021. Cifras publicadas el jueves 25 de mayo por la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido (ONS). Este registro plantea un grave problema para el gobierno conservador de Rishi Sunak, incapaz de conciliar su discurso antimigrante con una realidad económica y social compleja.
La recepción humanitaria de los ucranianos que huyen de la agresión rusa (alrededor de 114.000) y los hongkoneses que se niegan a la toma autoritaria de China (alrededor de 52.000) hicieron subir las cifras. Así como la emisión de visas de estudiante y de trabajo. La ONS sugiere que esta clara tendencia al alza puede estar desacelerándose, ya que el número de llegadas humanitarias ha disminuido en los últimos meses. Cifras de migración neta «son demasiado altos»reconoció Rishi Sunak en ITV el jueves, y agregó que quería «derribarlos»sin embargo, sin indicar por cuánto.
Y por una buena razón: los sucesivos gobiernos conservadores no han logrado cumplir sus objetivos migratorios durante trece años. En 2011, David Cameron prometió recuperar la migración neta “algunas decenas de miles al año”, alors que les arrivées annuelles dépassaient déjà les 200 000. Il avait réitéré cet engagement dans le programme de la campagne tory pour les élections générales de 2015. Idem pour Theresa May lors du scrutin anticipé de 2017, alors que les arrivées nettes dépassaient les 300 000 anualmente. Boris Johnson se mostró más cauteloso de cara a las elecciones parlamentarias de 2019, abandonando objetivos cuantificados y contentándose con promover “menos inmigrantes poco calificados” y menos llegadas netas que en 2018.
Escasez estructural de mano de obra
Sin embargo, desde principios de 2021, el Brexit “duro” elegido por Londres ha puesto fin a la libertad de circulación de los europeos y el gobierno ha introducido un sistema de visados que le permite controlar el número de llegadas. Esta política de migración elegida, con un supuesto deseo de atraer a personas calificadas con salarios altos (las visas de trabajo se emiten en su mayoría sujetas a prueba de medios) ha resultado en una migración neta negativa para los europeos en 2022 (-51,000) pero por un repunte en la red no Migración europea (662.000 llegadas en 2022). Las visas de trabajo emitidas a no europeos y sus familias alcanzaron niveles récord (235.000), al igual que las visas de estudiante (276.000), otorgadas principalmente a indios y chinos.
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