
El éxito, el jueves 25 de mayo, del lanzamiento de su cohete Nuri («mundo», en coreano), impone un poco más a Corea del Sur en el sector espacial. Después de un informe debido a un problema informático «nunca antes visto»Según Ko Jeong-hwan, gerente de proyectos del Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea, el cohete de tres etapas y 47,2 metros de largo despegó del Centro Espacial Naro, ubicado en esta isla del condado de Goheung, en el extremo sur del país.
Esta fue la primera misión operativa de este cohete conocido bajo el nombre en clave KSLV-II. Nuri transportaba ocho satélites de observación de la Tierra, el clima y la radiación cósmica, incluido el Nextsat-2, desarrollado por el Instituto Superior de Ciencia y Tecnología de Corea. Los demás fueron del Instituto de Astronomía y las empresas privadas Justek, Lumir y Kairospace.
Este éxito marca un paso importante para la industria espacial, que es uno de los diez sectores estratégicos seleccionados por Seúl. En diciembre de 2022, el presidente, Yoon Seok-youl, anunció que quería hacer «uno de los cinco estrenos mundiales» al alcanzar “independencia tecnológica sobre los elementos esenciales del lanzador y los satélites”. El objetivo es aumentar del 1% actual al 10% en 2045 la participación de Corea del Sur en el sector espacial.
Fin de la colaboración con Rusia
“La industria espacial está creciendo a la velocidad del rayo. Desde un punto de vista industrial, no podemos ignorarlo. También es importante para la seguridad nacional”, dijo a Bloomberg el viceministro de Ciencia, Oh Tae-seog. Según un estudio de 2020 de Morgan Stanley, los ingresos de la industria espacial, de 350.000 millones de dólares (326.000 millones de euros) en 2019, podrían superar los 1.000.000 millones de dólares en 2040.
Su desarrollo ha sido errático, comenzando en la década de 1990 con cohetes KSR, luego el Naro desarrollado en cooperación con Rusia. Tras dos fracasos, este lanzador experimentó su primer éxito en 2013. Nuri materializa un proyecto de 1,9 billones de wones (1.300 millones de euros) lanzado en 2010, con el objetivo de colocar satélites de 1,5 toneladas en órbita baja.
En junio de 2022, el éxito de la segunda prueba de Nuri convirtió a Corea del Sur en el séptimo país en dominar el lanzamiento de satélites de más de una tonelada. Se planean tres lanzamientos más para 2027 y su sucesor, el cohete KSLV-III, ya está en desarrollo. Debería entrar en servicio en 2030 y podrá alcanzar hasta 10 toneladas en órbita baja o 3,5 toneladas en órbita geosincrónica.
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