De tocar con pocos recursos en un frío garaje de Toledo, a llenar las salas de las principales ciudades españolas. El grupo Veintiuno presenta su cuarto disco, El arte de perder, donde cuentan las dificultades que han atravesado como banda, pero gracias a las cuales hoy pueden decir orgullosos: “Hemos agotado entradas en La Riviera de Madrid”. El cuarteto participó hace unos días en un encuentro virtual con un grupo de lectores del diario en una experiencia que se enmarca dentro del programa de actividades de EL PAÍS+.
Veintiuno está formado por Diego Arroyo (voz, guitarra y teclados), Yago Banet (bajo), Pepe Narváez (batería y percusión) y Rafa Pachón (guitarra). Comenzaron en 2011 y la mera supervivencia como banda es el éxito para ellos. El cantante ahondó en que “trabajar con un solista es mucho más cómodo” para la industria. Las discográficas “pocas veces apuestan por un grupo” por los inconvenientes, empezado porque todos los miembros tienen que estar de acuerdo con las decisiones que se toman, sostuvo Arroyo. El grupo se siente, por tanto, agradecido con los apoyos que reciben.
Consideran que lo mejor que tienen es la estrecha conexión que comparten en el escenario. “En los conciertos podemos tener una idea y llevarla a cabo solo con mirarnos”, aclara el bajista. Aunque el proceso de composición no deja de ser “algo extraordinario” para Arroyo, lo que les mueve es “tocar una canción increíble todos juntos”, compartiendo amistad entre ellos y con el público. El cantante animó a los lectores: “Comprad un instrumento, tocad con gente y veréis que es la mejor experiencia posible”.
Canciones como La vida moderna del nuevo álbum, con estribillos como “le llamáis poliamor a los cuernos de siempre”, demuestran que Veintiuno es un grupo que no tiene problemas en ir a contracorriente. La banda se reivindica contra la modernidad y compartió con los lectores otras de las cosas que odian de estos tiempos, como la inmediatez o “tener que estar siempre conectado y enterado de todo”, como comentó Pachón.
El guitarrista ha sido la última incorporación a la banda y gracias al cual nació un temazo del grupo: La Ruina. Una de las frases que más repetía Pachón durante los ensayos era “me vais a buscar la ruina”. Lo que era una broma interna entre amigos, inspiró a Arroyo para componer una canción que acumula más de un millón de reproducciones en Spotify. Además, La Ruina es el primer tema del álbum y con la que abren todos sus conciertos.
Veintiuno cerró el encuentro tocando un tema en directo y dejando la puerta abierta a una segunda noche en la sala La Riviera.
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