Este jueves, la nueva ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha acudido a su segundo acto público, el primero oficial, desde que el lunes Irene Montero le entregara esa cartera. Sin preguntas de los medios, Redondo ha estado en Pamplona porque ahí, este viernes, se celebra la reunión informal con homólogas y homólogos europeos en el marco de la presidencia española de la UE. Es, de hecho, el último acto que se organizará durante este semestre. Una cita que ha comenzado ya este jueves con la visita al nuevo centro de atención integral 24 horas a mujeres víctimas y supervivientes de violencia sexual en Navarra, también denominado centro de crisis, que abrirá sus puertas próximamente, a principios de 2024. Será el cuarto de este tipo en España.
La titular de una de las carteras más polémicas de la última legislatura de Sánchez se ha mostrado “agradecida y emocionada” y ha subrayado la importancia de este encuentro porque, ha asegurado, “la unión contra la violencia de género en el ámbito europeo es esencial. Somos conscientes de que el momento es trascendental, de que muy pocas veces en la historia se nos va a dar una oportunidad de poner freno a determinadas acciones que plantean regresiones inaceptables en materia de igualdad y por eso creo que hoy es imprescindible que alcemos nuestras voces europeas”.
Redondo se ha comprometido a “trabajar incansablemente desde el diálogo, desde la cooperación, desde la colaboración, para que erradiquemos entre todos cuanto antes estas violencias contra las mujeres que hacen de nuestra sociedad una sociedad menos justa, menos inclusiva y menos feliz”. En esta línea, la presidenta de la Comunidad foral, María Chivite, ha apuntado el avance social y normativo que se está logrando desde hace años y que es, insiste, “fruto de un trabajo colectivo, convencido y realizado de la mano de la sociedad civil y de instituciones”. “Europa es una gran plataforma que debe empujar en todas las transformaciones sociales y esta es una de las grandes revoluciones del siglo XXI”, ha concluido.
Por su parte, la ministra Redondo ha subrayado que uno de los motivos que han llevado al Gobierno central a organizar este acto en la capital navarra es su “fuerte tejido social y asociativo feminista”. En concreto han hecho referencia a dos de los casos de violencia sexual más mediáticos de la historia foral y que han supuesto sendos puntos de inflexión en la concienciación feminista de la sociedad navarra y española: el asesinato de Nagore Laffage y la violación grupal de los Sanfermines de 2016.
“Es una ciudad donde se ha intensificado el activismo, ya que Pamplona tristemente también ha sido el escenario de dos casos de violencia machista de alto impacto mediático. Aquí tuvo lugar el asesinato de Nagore Laffage y también aconteció una terrible agresión grupal sexual conocida como el caso de La Manada. Ambos sucesos tuvieron un enorme impacto en la opinión pública y desencadenaron importantes movilizaciones feministas en todo el país. Fruto de las mismas se han producido recientes cambios en la legislación española para la erradicación de la violencia sexual contra las mujeres”, ha detallado Redondo. Tanto la presidenta como la ministra, ambas socialistas, se han comprometido públicamente a trabajar de manera conjunta. “Tienes todo nuestro apoyo para trabajar juntas”, ha señalado Chivite.
La visita al centro de crisis ha sido guiada por la directora del Instituto Navarro para la Igualdad, Patricia Abad, que ha centrado su discurso a los representantes europeos de Igualdad en la labor que desde la Comunidad foral se está realizando en la lucha contra las distintas caras de la violencia machista. Este nuevo centro, con el que deberán contar todas las provincias españolas por la ley del solo sí es sí, estará en marcha en pocas semanas y permitirá focalizar esa atención en quienes hayan sufrido violencia sexual. “Lo primero que hemos pensado a la hora de diseñar el centro es en cuidar a esa persona. Eso es lo primero. La primera acogida va a ser escuchar y detectar qué necesidades tiene esa persona”, ha explicado.
Será un recurso —el cuarto de este tipo en España— que permitirá atender a víctimas directas de violencia sexual, tanto reciente como sufrida hace años, pero también a sus familiares porque el impacto de esa agresión, señala, también puede afectar al entorno más cercano de la víctima. Abad ha añadido que, desde hace años, Navarra cuenta con unidades de atención integral a mujeres víctimas de violencia machista, repartidos por el territorio. Son de acceso universal, gratuito y no exigen que la víctima haya denunciado previamente.
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