Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al utilizar el sitio web, usted acepta el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Haga clic en el botón para consultar nuestra Política de privacidad.

500 euros para la suerte de varas con mayor transmisión | Cultura

500 euros al puyazo con mayor transmisión. Así reza en las bases de los premios uno de los galardones que la peña taurina madrileña El Puyazo entrega desde hace ocho años al picador que durante la Feria de San Isidro sea capaz de levantar al público de sus asientos en la suerte de varas.

En esta ocasión, el dinero ya figura en la cuenta corriente de Agustín Romero por su actuación ante el sexto toro de la ganadería de El Torero en la corrida celebrada el pasado 2 de junio en Las Ventas.

El picador no ha podido recoger el cheque personalmente porque se encuentra toreando en América, a las órdenes de Sebastián Castella, el mismo que lidió ese toro protagonista en la suerte premiada.

Los 21 socios de la peña y un nutrido grupo de aficionados al tercio de varas se reunieron el pasado sábado en un restaurante para hacer entrega, además, de otros dos premios relacionados con el nombre de la asociación: galardón a la mejor suerte de varas, que recayó en Alberto Sandoval, por su actuación ante el sexto toro de Fuente Ymbro el 21 de mayo, y premio a la ganadería que tuvo un mejor comportamiento en varas, Victorino Martín, por la corrida celebrada el 4 de junio en la que intervinieron mano a mano Paco Ureña y Emilio de Justo.

El presidente de la peña, Juan Montoro, explica que el mejor puyazo es aquel que se ejecuta según los cánones, cuando el toro se acerca de frente al caballo y el picador clava la puya en el sitio justo; el puyazo con transmisión, por su parte, es el que es capaz de levantar al público de sus asientos por la espectacularidad de la suerte, “cuando el encuentro entre toro y caballo irradia alegría y emoción”, comenta.

El Puyazo nació en 1949, entrega los galardones desde hace 60 años, pero solo hace 8 que la emoción se recompensa con un cheque en metálico, y se hace gracias a la generosidad personal de un socio, José María Moreno Bermejo, veterano aficionado, bibliófilo y escritor taurino, que pretende motivar así a los picadores para que el primer tercio no pierda su verdadera identidad.

“La suerte de varas sufre un declive tremendo”, afirma Montoro, “porque el toro de hoy no ayuda, y los toreros y los picadores no la cuidan y la convierten en un puro trámite”. “¿Cuántas corridas se han prestado este año en Madrid para un tercio de interés?, se pregunta. “Muy pocos y eso es lamentable”, concluye.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.

Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal

RECÍBELO

By Xilda Borrego Nino

Puede interesarte